¿Latino= pasión?

Si bien es cierto que el estereotipo del latino ha cambiado en la televisión estadounidense y ya no sólo se nos relaciona con delincuencia, hay una característica que parece no cambiar y que seguirá estando presente: los latinoamericanos somos apasionados.

Uno podría pensar ¿qué tiene de malo? nos gusta demostrar que somos excelentes amantes y que nos dejamos llevar por lo carnal.

Sin embargo, el problema aparece cuando la característica principal del latino es aquella que lo relaciona con ser todo un don Juan y da lo mismo si es capaz de pensar o hacer aportes más allá del arte de la conquista.

Por ejemplo, en un capítulo de la serie Two and a Half Men, tuvieron como personaje invitado a Enrique Iglesias, quien representó a un carpintero mexicano (nótese que “nuestro querido” Quique en la realidad es español) el cual tenía a todas las mujeres de la serie enamoradas de él, pero al final del capítulo el galán mexicano perdió su trabajo justamente por la atracción que provocaba, sin importar que fuera excelente en su oficio.

Y la realidad es que los latino podemos ser trabajadores, solidarios o cualquier otra cosa, pero al parecer nuestra “pasión” lo opaca.

Esto no significa que nos demos golpes de pecho porque se muestre el lado sensual de los latinos, pero ya es tiempo de que seamos algo más, y si nos van a generalizar por lo menos que lo hagan en lo que somos buenos y no sólo en ser rompecorazones.

El latino de la tele

En la década de los noventa encontrábamos series de televisión que poseían personajes principales muy diversos, desde el típico guapo/popular, hasta el gay que adoraba decirle a todo el mundo lo que era o el hijo de padres divorciados, siempre se buscaba que los diferentes grupos sociales estuvieran representados para que la sociedad los pudiera aceptar.

Sin embargo nunca hubo interés por mostrar a un personaje latino (entiéndase latino como el que tiene su ascendencia u origen en Latinoamérica) y mucho menos por mostrarlo como una persona decente, lo usual era que apareciera siendo un criminal en programas como “Cops” o “America’s Most Wanted”.

Pero en los últimos años la situación ha cambiado favorablemente, ahora encontramos a una esposa desesperada y adinearada llamada Gabrielle Solis, a un presidente de los Estados Unidos apellidado Martínez e incluso a un Ricardo Bomba que recientemente se unió a Los Simpsons.

Pero no crea que la incursión de personajes principales latinos es porque los estadounidenses son buenas personas y quieren reivindicarse, la realidad es que la población Latina ha crecido de manera impresionante.

Según datos de la asociación Hispanic Alliance for Career Enhancement la población Latina ya representaba en 2006 el 14.8% de la población total, lo cual significa que ya es un mercado al que las televisoras le tienen y quieren llegar, sin dejar de lado que se espera que dicho segmento de población siga creciendo de manera importante.

Es por eso que los personajes latinos están tomando una presencia más importante en la televisión, y poco a poco están cambiando el estereotipo de que todo los latinoamericanos son violentos e incivilizados; e incluso estos programas podrían ayudar a educar a la sociedad estadounidense en la tolerancia y evitar la discriminación, bien decía el investigador Robert E. Park, son los medios de comunicación los que pueden unir culturas diferentes.